viernes, 26 de noviembre de 2010

La voz de las mujeres garifunas

26 de noviembre día del Pueblo Garífuna. Guatemala: Para las Mujeres Negras el Color Pesa.

 Dilia Palacios es la primera guatemalteca Comisionada Presidencial Garífuna que llegó a ese puesto, apoyada por la Asociación de Mujeres de esa minoría. Tiene 31 años de edad y es la única de esa raza en un puesto de toma de decisión.
Para Dilia, el mayor problema de discriminación hacia la población negra, de esta nación multicultural, radica, principalmente, en que aún no se asume que existe una parte de negritud en el país. Considera que los garífunas, esencialmente las mujeres, sufren dos veces más el racismo y la discriminación que las mayas.
La población a la que ella pertenece está conformada, por lo menos, por 5.000 habitantes, con un amplio predominio femenino, de unas 15 por cada 10 hombres. La mayoría de esa población emigra del país al llegar a la adolescencia, porque, a criterio de la Comisionada, no hay oportunidades para los habitantes negros en esta nación.
En esta entrevista, ofrece un panorama de lo que significa ser garífuna en un país en donde la discriminación y el racismo forman parte de lo cotidiano.
SEMlac: ¿Qué significa ser mujer negra en un país caracterizado por la discriminación y el racismo?
D.P.: En el contexto guatemalteco, es difícil que se reconozca la negritud, principalmente para las mujeres garífunas o afrodescendientes. Para mí, el ser negra en Guatemala es bastante difícil: primero, porque no hay visibilización de mujeres negras profesionales; segundo, porque nunca hemos estamos en puestos de toma de decisiones.
Si las mujeres mayas tienen pocas oportunidades, nosotras tenemos aún menos. Vivimos en una condición de vida pobre, sin oportunidades, y sólo se nos vinculan al baile o a la práctica de hacer trenzado en el pelo.
Por ejemplo, cuando alguien me ve, lo primero que me dice es que seguramente soy buena para el baile, pero nunca me han preguntado qué profesión tengo o qué pienso de determinado tema.
SEMlac: ¿Están en las mismas condiciones de racismo y discriminación las mujeres garífunas que las mayas?
D.P.: No. Nosotras sufrimos más el racismo y la discriminación.
Se marca en dos cosas: primero, en que existe un problema de identidad nacional; aquí no se nos reconoce como ciudadanos negros o negras, siempre nos ven como una persona de origen beliceño, africano o jamaiquino, pero no contemplan que seamos guatemaltecos.
Y, si en el caso de las mujeres mayas se les ofende con decirles "María" o que se quiten el traje porque apestan, a nosotras, las garífunas, nos atribuyen que sólo sabemos hacer bien el pan de coco, bailar punta o, en el peor de los casos, que siempre vamos a oler a pescado. Ese es uno de los peores estereotipos.
SEMlac: ¿Eso las induce a auto discriminarse y vivir limitadas en una comunidad?
D.P.: No, no hay auto discriminación, lo que pasa es que no hemos encontrado una ruta por donde se pueden encaminar las cosas.
No hay condiciones adecuadas para que podamos sobresalir y, por eso, siempre vamos a estar allá, en Livingston (comunidad donde habitan los garífunas, a unos 35º kilómetros de la capital), no hay fuentes de empleo y apenas somos un grupo de mujeres que ofrecemos trencitas. ¿De qué estamos hablando? De igualdad de condiciones, no.
Hay oportunidades para la población maya, pero no para nosotras las negras. Yo no conozco un proyecto autosustentable para ayudar a las garífunas.
SEMlac: ¿En qué aspecto coincide la discriminación de la mujer maya con la de la garífuna?
D.P.: En el tema de salud, infraestructura, educación, quizás, pero estamos después de ellas. Somos las últimas en ser beneficiadas.
SEMlac: ¿Cómo estima que debería corregirse la discriminación hacia la población garífuna, principalmente hacia la mujer negra?
D.P.: Se debe trabajar intensamente en el área de formación ciudadana en el sector educativo, y llegar con oportunidades para ellas. Ni siquiera en el tema de salud reproductiva hay conocimiento, no hay educación; ellas le temen a hacerse un Papanicolau porque nunca se les ha explicado en qué consiste y para qué se debe hacer.
SEMlac: ¿Está mal la salud sexual y reproductiva en el área garífuna?
D.P.: No hay una cultura, no hay una educación de que es importante hacerse esos exámenes. Me preocupa este tipo de casos por el índice de cáncer, pero a ellas les da miedo que las estén revisando. Un ejemplo fue cuando se hizo una jornada médica y ninguna mujer garífuna llegó a hacerse el examen.
SEMlac: ¿Cómo se vive el machismo en la vida de la mujer garífuna?
D.P.: Es más fuerte que en cualquier otra cultura del país, diría yo, aunque más solapado. Ellos siempre quieren ser cabeza de movimientos, tener la palabra en las opiniones y no dejan a la mujer hablar.
También se vive al cerrar la puerta de la casa. Hay violencia, desintegración familiar. Quizás no se conoce mucho porque las mujeres no lo dicen, porque nuestra cultura es conservadora, y mi vecino puede estar golpeando a su mujer y yo puedo estar a su lado y no quiero saber nada, porque no nos gusta estar metidos en problemas.
SEMlac: ¿Cuáles son las causas por las que la mujer garífuna tiene baja autoestima? ¿Machismo y violencia de género? ¿Inciden otras razones?
D.P.: Sí, en parte es eso, pero también hay problemas con la discriminación y vuelvo a sacar el tema.
Se baja su autoestima cuando se le dice que no hable el idioma, cuando se la asocia sólo con el baile de punta, además del poco valor que se le da al traje y, por eso, muchas se lo han quitado, obedientemente.
La mujer garífuna no se queja y es muy cuidadosa en lo que va a decir. No es muy expresiva, tiene muchas ideas, pero no es expresiva.
SEMlac: ¿Pesa el color en Guatemala?
D.P.: El color pesa mucho. Los términos peyorativos son muy fuertes, aquí te dicen 'negra' pero de forma despectiva, y por eso hemos optado porque nos llamen garífunas, pero eso se debe a que en Guatemala no se ha asumido que hay negritud.
Para las mujeres negras el color pesa horriblemente en Guatemala, de esa cuenta uno aprende y va abriendo campos. Por eso, mi consejo siempre ha sido que no se avergüencen de su color, porque igual no lo pueden esconder, más bien que aprendan a vivir con él y salgan a la calle en busca de oportunidades.

Fuente:  www.redsemlac.net

Ocho de marzo

 
 
Amanece con pelo largo el día curvo de las mujeres,
¡Qué poco es un solo día, hermanas,
qué poco, para que el mundo acumule flores frente a nuestras casas!
De la cuna donde nacimos hasta la tumba donde dormiremos
-toda la atropellada ruta de nuestras vidas-
deberían pavimentar de flores para celebrarnos
(que no nos hagan como a la Princesa Diana que no vio, ni oyó
las floridas avenidas postradas de pena de Londres)
Nosotras queremos ver y oler las flores.
Queremos flores de los que no se alegraron cuando nacimos hembras
en vez de machos,
Queremos flores de los que nos cortaron el clítoris
Y de los que nos vendaron los pies
Queremos flores de quienes no nos mandaron al colegio para que cuidáramos a los hermanos y ayudáramos en la cocina
Flores del que se metió en la cama de noche y nos tapó la boca para violarnos mientras nuestra madre dormía
Queremos flores del que nos pagó menos por el trabajo más pesado
Y del que nos corrió cuando se dio cuenta que estábamos embarazadas
Queremos flores del que nos condenó a muerte forzándonos a parir
a riesgo de nuestras vidas
Queremos flores del que se protege del mal pensamiento
obligándonos al velo y a cubrirnos el cuerpo
Del que nos prohíbe salir a la calle sin un hombre que nos escolte
Queremos flores de los que nos quemaron por brujas
Y nos encerraron por locas
Flores del que nos pega, del que se emborracha
Del que se bebe irredento el pago de la comida del mes
Queremos flores de las que intrigan y levantan falsos
Flores de las que se ensañan contra sus hijas, sus madres y sus nueras
Y albergan ponzoña en su corazón para las de su mismo género
Tantas flores serían necesarias para secar los húmedos pantanos
donde el agua de nuestros ojos se hace lodo;
arenas movedizas tragándonos y escupiéndonos,
de las que tenaces, una a una, tendremos que surgir.
Amanece con pelo largo el día curvo de las mujeres.
Queremos flores hoy. Cuánto nos corresponde.
El jardín del que nos expulsaron.
Gioconda Belli

Sector de Mujeres exige prevención y erradicación de la violencia contra las mujeres en Guatemala

 El Estado y sus instituciones deben cumplir con la obligación de generar bienestar para las mujeres, según la declaración política elaborada por el Sector de Mujeres, en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la No Violencia contra las Mujeres.

De acuerdo con el documento, la violencia contra las mujeres es una expresión de dominio y opresión que las sociedades patriarcales, capitalistas, racistas y lesbofóbicas ejercen sobre las mujeres, limitando sus posibilidades de desarrollo, el pleno ejercicio de sus derechos y de su ciudadanía.

Según la entidad, el Estado debe promover acciones que garanticen a las mujeres decidir sobre sus propios cuerpos, además de trabajar en la prevención y erradicación de la violencia contra las mujeres, a través de la generación de campañas de formación, educación y apoyando a las organizaciones actúan en ese marco.

El Sector de Mujeres demandó el respeto del territorio de la población femenina guatemalteca, especialmente lo que concierne a la exploración y explotación minera en las comunidades, pues se expresa como una forma de agresión contra la Madre Tierra y la relación que existe con y para las mujeres.

La agrupación exigió al Congreso de la República emitir un dictamen favorable a la propuesta de Reformas al Código de Trabajo en lo relativo al trabajo de casa particular, trabajadoras agrícolas, ganaderas y de maquila.

El documento subraya la importancia de fortalecer el accionar del Organismo Judicial para que las mujeres puedan acceder a la justicia, a través de la modificación de la carrera judicial para que exista atención de calidad para las mujeres.

El Sector demandó la aplicación de la Ley Contra el Femicidio y otras formas de Violencia contra las Mujeres en los espacios laborales, para impulsar su erradicación y sanción.

Las integrantas de la organización que trabaja a favor de los derechos de las guatemaltecas indicaron la necesidad de promover el acceso a la salud y a sus servicios integrales con calidez y calidad para mujeres trabajadoras sexuales.

Finalmente, el Sector de Mujeres exigió la aprobación de presupuestos adecuados para garantizar la vida de las mujeres que viven con VIH y sida, además de promover la implementación del protocolo de Atención a Mujeres Sobrevivientes de Violencia Sexual e incorporar en el Currículo Nacional Base la educación sexual integral, científica, laica y gratuita desde una visión no sexista. 


Fuente:  www.cerigua.org